Diseño: Más allá de lo estético.
Porque a veces hay quien te pasa una propuesta y te pide «pónmelo bonito» como si dar un valor más atractivo fuera el único fin del diseño.

La estética debería ser una disciplina a aprender en todas las escuelas, el gusto por lo bello y por hacer que el ambiente y el día a día sean más armónicos. Esa es una de las características que más me llaman la atención de las escuelas de Reggio Emilia: esa pausa habitual para pararse a mirar y buscar la esencia estética de las propuestas que llegan hasta los alumnos, de buscar y ser conscientes de lo bonito del entorno.
Hay algunas características que hacen que el diseño sea Diseño. Apunto algunas de ellas:
Funcionalidad: el diseño cubre una necesidad.
Transmitir: el diseño debe transmitir sensaciones, hablar por sí mismo, sin libro de instrucciones.
Ser visual: el diseño debe quedarse en la retina del cliente, del espectador, de la persona.
Comunicación: un diseño comunica valores, por ejemplo, los de una marca.
Si tuviera que elegir tres términos para definir un buen diseño, probablemente, me quedaría con INNOVACIÓN- RECUERDO- SOLUCIÓN.