Me pregunto si existe realmente una receta para la creatividad. Te sonará aquello de «creativo, ¿se nace o se hace? » Responder a esta pregunta no es tarea sencilla.
Mi experiencia me dice que podemos encontrar gente realmente creativa y gente con capacidades resolutivas. Es decir, la idea frente a la solución.
Me he encontrado con gente realmente creativa, con buenísimas ideas y pésimas técnicas, y gente incapaz de generar una sola imagen propia pero con destrezas impecables. Todo ello, refiriéndome al ámbito artístico.
Creo que la creatividad es una forma de ver y entender el mundo. Se trata de mirar las cosas de forma diferente. Nunca he tenido algo tan claro como que las cosas tienen varias caras y que existen diversas formas de entenderlas según quién esté mirando.
Todo esto me lleva a pensar que la creatividad es el resultado de la experiencia y de las formas que hemos retenido en nuestra memoria. A medida que pasan los años me planteo cada vez más que nada es realmente original. Quizás, más bien, todo lo que se nos ocurre viene dado por imágenes que en algún momento pasaron por nuestras vidas y que sin darnos cuenta retuvimos.
Cada vez estoy más convencida de que la creatividad es un proceso que resulta de nuestra propia forma de observar, de dar más importancia a unas cosas que a otras, y que de ahí surge el hecho de que alguien sea más o menos creativo.
¿Eres adicto a la cocina? No te pierdas la Receta para creativos que hoy te propongo:

- Exprime el lado derecho de tu cerebro y hazte un buen zumo con él. Dicen que en él se centra la parte emocional y creativa.
- No dejes de mirar al techo. Si, ya sé que en principio sólo es un espacio en blanco. Pero sigue mirando. Hazlo a diario y descubrirás mil y una formas con las que llenar ese espacio.
- Hazte con un bote bonito, que te motive, o un buen cuaderno. La creatividad es como el aire. No se ve. Se respira. Y en un segundo es capaz de pasar de largo si no has sabido retenerla.
- La creatividad no se acercará a ti si no asumes que todo es parte de un proceso previo totalmente caótico. Imprescindible que lleguen a ti los pájaros en la cabeza y que revoloteen a tu alrededor las mariposas.
- Olvídate de la organización y da la bienvenida a un orden desestructurado donde tú eres el único que sabe dónde ha perdido las cosas y dónde es posible encontrarlas.
- Adquiere un reloj de arena. No lo uses para medir el tiempo. La creatividad no entiende de minutos. Pero te recordará lo importante que es dar la vuelta a las ideas: busca otro punto de vista.
- Menos es más. Te has hecho ya con un millón de conceptos. Las imágenes te persiguen. Y finalmente, tienes una idea genial. Bien, pues juega a diseccionarla. Quédate con lo que es realmente imprescindible y olvídate de recargarla con todo aquel complemento que no sea necesario.
La creatividad no es cómoda, quizás tampoco sea fácil, pero con pasión, dedicación, y siempre unos buenos calcetines*, podemos ser capaces de atraerla hacia nuestras vidas.
*Muy pronto dedicaremos un post a explicaros por qué siempre insistimos en ello.